En tiempo récord Uruguay se convirtió este mes en el cuarto país del mundo, y en el primero de Latinoamérica, en contar con una plaza pública que promueve el respeto hacia las minorías sexuales y recuerda a las víctimas de la homofobia.Los trámites para la fundación de la Plaza de la Diversidad Sexual fueron a una velocidad que sorprendió incluso al movimiento homosexual, pues en cuatro meses lo que era un sueño se convirtió en realidad, siendo el hecho calificado como histórico incluso por las autoridades uruguayas.En octubre pasado seis organizaciones del movimiento homosexual presentaron la propuesta, el 11 de noviembre el poder legislativo de Montevideo (Junta Departamental) lo aprobó en forma unánime y el 16 de diciembre el poder ejecutivo comunal, representado por la Intendencia, dio el visto bueno definitivo.Así, el 2 de febrero con bombos y platillos fue inaugurada la Plaza, a unos cien metros de la Catedral y al final de una calle peatonal de Ciudad Vieja, barrio histórico de Montevideo conocido por una gran oferta cultural que cautiva a sus habitantes y a los turistas.Con la presencia del intendente de Montevideo, Mariano Arana, el acto fue coronado con la instalación de un monolito triangular, símbolo de las víctimas gays y lesbianas del Holocausto, donde se lee: "Honrar la diversidad es honrar la vida. Montevideo por el respeto a todo género, identidad y orientación sexual".La plaza "representa una de las ideas más caras de la sociedad uruguaya, que es el respeto a la diversidad de ideas, razas, culturas, religiones y orientaciones sexuales", dijo con orgullo Arana en la ceremonia que repitió episodios similares a los de Amsterdam, Nueva York, San Francisco, donde ya existen espacios públicos pro-diversidad sexual, y Berlín, donde se prepara un monumento en homenaje a las víctimas homosexuales del régimen nazi.Arana, quien cesará sus funciones como intendente para asumir como titular del Ministerio de la Vivienda el próximo 1 de marzo, expresó tal nivel de entusiasmo que no descartó que los próximos pasos en materia de derechos homosexuales avancen hacia el matrimonio."Hay que estar abiertos a las posibilidades que signifiquen avances para la sociedad y la humanidad", dijo tras considerar que "l a discriminación afecta a toda forma de convivencia basada en la democracia".EL RECHAZOun día de la inauguración de la Plaza, las actividades culturales repletaron el lugar con una "movida artística" que bajo el título "Montevideo por la Diversidad Sexual" conglomeró a destacados personajes públicos del país, como el escritor Eduardo Galeano, a los cantautores Daniel Viglietti, Eduardo Darnaushans y Arlet Fernández y a la bailarina Ximena Castillo.Pero antes de las celebraciones pasó mucha agua bajo el puente, pues diversos sectores iniciaron una campaña en contra de la iniciativa promovida e ideada por el Encuentro Ecuménico para la Liberación de las Minorías Sexuales (EELMS), el Grupo Diversidad, el Centro de Investigación y Estudios Intersexuales (CIEI), la Asociación de Lesbianas Uruguayas, Las Hermanas de la Perpetua Indulgencia y el Grupo Uruguayo de Minorías Sexuales de Amnistía Internacional.Diana Mines, la activista lésbica más conocida y consultada de Uruguay, especificó a OpusGay que la Asociación Cristiana Uruguaya de Profesionales de la Salud fue uno de los grupos más opositores al "lanzar una campaña de cartas desde su página web. Las misivas fueron recibidas por centenares en las diferentes oficinas de la Intendencia Municipal de Montevideo".Según el grupo cristiano la Plaza "ofende gravemente al sentido moral de la gran mayoría de los montevideanos y la supuesta neutralidad filosófica del Estado uruguayo, por lo cual solicitamos que a la brevedad posible sea reconsiderada y revertida".La instancia sostuvo también que la plaza aumentará el "turismo gay" y, de paso, "incrementará de las probabilidades de propagación del SIDA en nuestro país".Al respecto, el coordinador del EELMS, Fernando Frontan, indicó a OpusGay que "la línea más conservadora de la Iglesia Católica también manifestó su disconformidad con la propuesta, al igual que muchos laicos que realizaron una campaña muy agresiva y descalificadora".Recordó que los sectores homofóbicos "enviaron cartas a las autoridades exigiendo la revisión" del decreto que aprobó la Plaza con el fin de anularlo. Afirma que los grupos incluso amenazaron con "retirar el respaldo a todo político o partido que apoyara esta iniciativa".El activista lamentó ese tipo de "movilizaciones porque muestran que el prejuicio, el miedo y la ignorancia confunden y enajenan, pero ratifican una vez mas nuestra lucha y nuestra apuesta por la libertad, la diversidad y la construcción de una sociedad inclusiva".Pero las presiones opositoras no tuvieron eco en las autoridades, siendo al respecto "importantísimo el apoyo de los ediles Gabriel Weiss, Fernando González y Berta Sanseverino. El respaldo de ellos, junto a la unanimidad de la aprobación en el plenario, representó el compromiso de un cuerpo político democrático y representativo en relación a un área de los derechos humanos que pocas veces se reconoce desde los gobiernos", indicó Mines.Para la activista lésbica desde hoy lo que importa es que la Plaza es "un testimonio de respeto por la diversidad sexual y hacia las personas que, por vivir su sexualidad y su afectividad de manera diferente de la normativa heterosexual impuesta, son condenadas a la invisibilidad e inseguridad permanentes".Frontan, quien al igual que Mines dio el vamos a la Plaza con un discurso de inauguración, resaltó que "estamos felices, orgullosos y profundamente agradecidos. Entendemos el hecho político que se ha generado: nos convertimos en la primera capital de América con un espacio publico y un monumento de esta naturaleza. Esto es fruto de años de activismo y del compromiso de la sociedad montevideana"."Podemos decir que este reconocimiento de la diversidad es una apuesta al respeto y a los derechos humanos en el marco de los 60 años del Holocausto que nuestra comunidad compartiera con judíos, gitanos y otros pares", puntualizó.HISTORICA ACTAIntendente de MontevideoFue el 11 de noviembre pasado cuando la Junta Departamental de Montevideo aprobó con 25 votos, y en forma unánime, la instalación de la Plaza de la Diversidad. En el acta de dicha reunión quedó claro un amplio apoyo de todos los alcaldes, en especial de Gabriel Weiss, Fernando Gonzáles y Berta Sanseverino.Para Weiss, presidente de la Comisión de Nomenclatura de la Junta Departamental de Montevideo, la fundación de la Plaza constituye "un elemento fundamental para consolidar la visión democrática y el aspecto de vanguardia de la ciudad de Montevideo en cuanto al tema de los derechos humanos, que también considera la diversidad sexual"."Aquel que tiene una orientación sexual diferente es separado, señalado, y esto genera en esas comunidades un sentimiento de angustia. Nosotros debemos trabajar cada día y cada momento para que ello simplemente sea parte del pasado", agregó.A juicio del edil con la instauración de la Plaza, Montevideo se consolidó como "una ciudad que batalla permanentemente contra toda forma de exclusión, que lucha por el reconocimiento del lugar que merecen todos los hombres y mujeres"."Por todo ello es un orgullo aprobar esta minuta de aspiración. Esto nos convertirá casi en la primera ciudad, desde México hasta Tierra del Fuego, en tener un espacio de reconocimiento a la diversidad sexual", apuntó el alcalde al dar su voto a la propuesta del movimiento homosexual.Junto con respaldar los dichos de Weiss, la alcaldesa y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Junta Departamental, Berta Sanseverino, estimó que la plaza demuestra que Uruguay es un territorio "donde se trabaja con lucidez y con sensibilidad, para ir cambiando el rostro de las ciudades"El alcalde Fernando González llegó aún más lejos al señalar que la Plaza es un paso hacia la conquista de más derechos de las minorías sexuales en favor de la igualdad y la democracia."Futuros parlamentarios nacionales tendrán la tarea de revisar las leyes que tienen que ver con el reconocimiento de los matrimonios entre personas del mismo sexo, la adopción por parte de parejas del mismo sexo y otra serie de leyes que deben colocar a este país a la vanguardia del reconocimiento de los derechos humanos y civiles", puntualizó.Dada la rapidez con que están avanzando los derechos de los homosexuales en Uruguay, probablemente en poco tiempo el debate sea el matrimonio. Y es que no sólo es el primer país de Latinoamérica en tener una Plaza de la Diversidad, pues el 2003 fue pionero en la región en la aprobación de una reforma al Código Penal que sanciona los delitos por orientación sexual. Sin duda, el arcoiris uruguayo tiene más brillo que nunca.LA ALEGRIA DE GALEANOGaleano en Plaza de la Diversidad SexualUno de los discursos más vivos en la inauguración de la Plaza de la Diversidad fue el del escritor Eduardo Galeano, cuya intervención es reproducida en su integridad a continuación:"Buenas noches a todas y a todos. Muchas gracias por haber venido a celebrar esta fiesta, esta linda jornada de afirmación del derecho a la diferencia y de celebración de este pequeño monumento, de este espacio donde se reconoce, se afirma el derecho a la diversidad y a la alegría de la diversidad.Yo creo que estos son pasos todavía chiquitos, pero importantes en dirección a la recuperación de la memoria nacional. Este país, que supo estar a la vanguardia de todos hace un siglo y que después se fue volviendo, lentamente, cada vez más pacato, cada vez más conservador, cada vez más resistente al cambio, ahora empieza a abrir un horizonte nuevo a partir de esas lindas jornadas de afirmación de la conciencia popular de cambio, de la voluntad popular de cambio que fueron la elección nacional, el último día de octubre, y el plebiscito del agua, donde el pueblo uruguayo confirmó que el agua es un derecho de todos.Son, pues, pasos hacia la recuperación de la pérdida memoria de la audacia, cuando este país era capaz de hacer cosas que los demás no tenían el coraje ni siquiera de imaginar. Hemos retrocedido mucho. Yo diría que hemos retrocedido casi con entusiasmo, sobre todo a lo largo de estas últimas décadas, y me parece importante reafirmar que esta noche estamos celebrando el reencuentro con la mejor memoria de este país, que es una memoria de la valentía, que es una memoria de la audacia, que es una memoria ejercida contra el miedo.¿Y qué pasó? Que desde el punto de vista de los invasores esta libertad, que era una bendición de estas tierras, fue utilizada como prueba de que América era una región que había sido previamente conquistada por el demonio. Era el diablo el dueño de América, y por eso los cuerpos eran libres y no estaban sometidos a los dictados de ninguna iglesia. Eso sirvió de pretexto para arrancar el oro, la plata y todo lo demás de manos del demonio, que había usurpado esos bienes terrenales, para devolverlos a su legítimo propietario, que era Dios, encarnado en la figura de los reyes de España y de Portugal. Como ven, no hay muchas novedades en la historia. Yo siempre recomiendo a mis amigos: ¡cuando te hablan de la moral, revísate los bolsillos!Los tiempos han cambiado, afortunadamente. En América, numerosos indígenas fueron arrojados a las llamas o a los perros por el delito de ser diferentes, pero todavía el mundo padece una suerte de negación universal del arcoiris.Los dueños del planeta quieren un arcoiris en blanco y negro. Se niegan a reconocer la maravilla de la diversidad humana y parecen condenarnos a elegir libremente: ahora ustedes van a tener la posibilidad de elegir libremente, podrán morirse de hambre o morirse de aburrimiento.Morirse de hambre o morirse de aburrimiento es lo que propone esta suerte de Santísima Trinidad que, contra la diversidad sexual, coincide más allá de sus odios mutuos. Algo así como la Santa Alianza entre Bush, monseñor Cotugno y Bin Laden.El fundamentalismo cristiano y el fundamentalismo islámico unidos en la convicción de que lo diferente es anormal y merece ser condenado; unidos en la convicción de que lo diferente es enfermedad, pecado o crimen. ¡Los puritanos unidos jamás serán vencidos!, podríamos decir recordando frases como las que escuché a monseñor Cotugno por televisión a propósito de la anormalidad de la homosexualidad, cuando explicó que la homosexualidad era una enfermedad y, para colmo, ¡contagiosa!Yo siempre me pregunto cómo es que los curas saben tanto de sexo, si lo tienen prohibido. ¿No es que han hecho voto de castidad? ¿Cómo pueden ser expertos en la vida sexual? ¿De dónde sacan esos conocimientos asombrosos que les permiten bendecir el sexo que les parece correcto y maldecir y condenar el que desde el punto de vista de ellos es un sexo anormal?Yo quería nada más que abrir la noche celebrando la memoria de los innumerables mártires que cayeron, mujeres y hombres, quemadas, aperreadas, mutilados, condenados al suplicio por el delito de ser como eran, y para saludar emocionado el sacrificio de los incontables militantes, mujeres y hombres, que han tenido y tienen el coraje de decir públicamente: ¡Sí!, ¿y qué? ¡Somos diferentes!, ¿y qué?".De German Weiss.
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